El verano parece ir esfumándose pero parece que aún podemos disfrutar de algunas horas de sol para seguir aportando un tono bronceado a nuestra piel. Si bien son muchas las personas que escogen continuar con cremas y lociones autobronceantes durante el invierno, también existen otros trucos que pueden permitirte prolongar el tono dorado de tu piel durante los meses más fríos.
Uno de los secretos de los que hablaremos hoy tiene que ver con combinar los rayos de sol naturales y los artificiales. Esto consiste en aprovechar y exponernos al sol durante las horas más intensas que tenemos durante esta época y los días posteriores ir aplicando autobronceantes que nos permitan prolongar la duración del bronceado. De esta forma conseguiremos un mix entre el tono natural que nos otorgan los rayos UV y el artificial de las cremas.
La clave ante todo es mantener la piel exfoliada y siempre limpia para que tanto los rayos como las cremas ingresen a los poros de forma pareja. Si vas a exponerte al sol recuerda colocarte algún tipo de protección que sirva para tu tipo de piel. Esto permitirá que no se generen manchas.
Otra recomendación que podemos darte para que tu bronceado sea más duradero es incorporar a tu dieta durante los meses de frío la vitamina A o betacaroteno, que estimula la producción de melanina. Este compuesto puedes encontrarlo en alimentos como la zanahoria o también consumirla en píldoras. De esta forma tu piel cogerá un tono bronceado más rápidamente y podrás sostenerlo en el tiempo.
Si bien el tono de la piel es importante porque define la estética de cada persona, en muchos casos la elección es directamente dejar descansar la piel durante el invierno y lograr con maquillaje un tono que nos acompañe durante los días fríos. Casi como si fuera un tiempo de détox de sol, podemos elegir colocar maquillaje en crema o compacto que nos ayude a conservar nuestro tono de piel sin exponernos a los rayos de sol durante el invierno.