Los rodillos de zinc son unas herramientas que hacen más de lo que creemos por nuestra belleza. Su fácil uso y sus beneficios han hecho de ellos, algo imprescindible para nuestro rostro, escote y cuello. Y no es para menos, ya que tiene varios beneficios sobre nuestra piel.
Estas herramientas, y lo saben muy bien aquellas personas que ya los han adoptado entre sus beauty gadgets, provocan una estimulación en algunos de nuestros puntos clave, potenciándolos y logrando rejuvenecerlos. De esa manera, un rodillo de zinc puede hacer casi magia sobre nuestro rostro, cuello y escote. Y especialmente sobre las arrugas.
Si nunca has probado con uno, es mejor que te vayas haciendo la idea ya que estos no son los únicos beneficios que aportan los rodillos de zinc, ya que ayudan a tener una piel limpia, sin arrugas y un brillo natural insuperable. Pero lo mejor es que sirve a cualquier edad y en todo tipo de pieles, ya que las revitaliza, les da elasticidad y facilita la penetración de todos los productos que apliquemos sobre ella.
Cómo usar el rodillo de zinc contra las arrugas
Para que el rodillo de zinc tenga mejores beneficios sobre nuestro rostro y piel y contra las arrugas, lo mejor es saber qué queremos de él. Al usarlo por las mañanas, podremos ver cómo actúa rápidamente al alisar y descongestionar el rostro. En tanto, por la noche también sirve, pero en este caso, su función será relajar los músculos.
El funcionamiento del rodillo de zinc es muy simple. Solamente hay que pasarlo tres veces, de manera paralela, por cada zona a tratar, aplicando una presión a nuestro gusto, dependiendo de los objetivos de belleza que tengamos. Vale decir que, con él, no solamente combatimos las arrugas, sino que también podemos reducir las ojeras y las bolsas y, al mismo tiempo, elevar los pómulos, redefiniendo nuestro contorno visual.