El colágeno ejerce un rol fundamental en la cohesión de los tejidos del cuerpo. Es una proteína naturalmente presente en nuestro organismo, que se encarga de conectar los tejidos –tendones, ligamentos, músculos, piel, huesos, cartílago– y que además aporta elasticidad y firmeza a la piel.
Pero, malas noticias, a partir de los 30 años se va reduciendo progresivamente la producción y síntesis natural de colágeno. Además de la edad, influyen unos malos hábitos de vida tales como el sedentarismo, el abuso de sustancias nocivas como el alcohol y el tabaco, así como una alimentación poco saludable.
En torno a los 40 años, esa pérdida de colágeno se traduce en molestias y dolores articulares y pérdida de masa ósea. A nivel cutáneo, también se manifiesta en flacidez del rostro y arrugas. Por eso, a menudo se hace imprescindible recurrir a los suplementos de colágeno para recuperar lo que vamos perdiendo con el paso de los años.
Los suplementos de colágeno se encuentran en su mayoría hidrolizados. Esto significa que se ha descompuesto para facilitar la absorción. En el mercado están en diferentes formatos, desde cápsulas hasta solubles .Por otro lado ayudan a mantener huesos, músculos y articulaciones fuertes. Es decir, a aliviar los dolores de las articulaciones y los huesos.
Los suplementos de colágeno están especialmente indicados para dos contextos. Por un lado, deportistas de alto rendimiento cuya actividad física genera un importante desgaste del cartílago. Y, por otro lado, personas de avanzada edad para evitar o aliviar enfermedades como artrosis, artritis y osteoporosis, así como para combatir el envejecimiento de la piel.