La espinaca es una verdura de hojas grandes y comestibles que se puede cultivar en cualquier época del año y que además se puede consumir fresca, frita y hasta congelada. Es una hortaliza que proporciona grandes cantidades de proteínas, vitaminas y minerales necesarios para el correcto funcionamiento del organismo humano.
Los especialistas en alimentación, aseguran que la espinaca es un alimento que previene la diabetes, ya que regula el azúcar en sangre, mejora la estabilidad y el sustento de los huesos y además reduce la posibilidad de contraer cáncer. Por este motivo la verdura es considerada como un superalimento necesario en toda dieta.
Hay que tener en cuenta que el consumo de espinaca es bajo en calorías, por lo que es perfecto para acompañar a otros grupos de alimentos cuando se está realizando una dieta. Además es una hortaliza rica en hierro, nutriente encargado de suministrar energía al cuerpo y de prevenir cuadros de anemia. Una porción de espinaca aporta 2,71 mg de hierro por cada 100 gramos, más que lo que aporta la carne.
También se ha comprobado que la espinaca aporta zinc, un nutriente necesario para las mujeres embarazadas, ya que les ayudará a prevenir defectos en el feto tales como malformaciones en la columna vertebral, espina bífida y labio leporino, por lo que es recomendable, al tratarse de un alimento natural, su consumo durante el embarazo.
Finalmente la espinaca puede ayudar a mejorar el aspecto de la piel ya que ayuda a prevenir los efectos de los radicales libres y por lo tanto las temidas arrugas y del cabello, esto es gracias a que contiene vitamina A, la encargada de mantener a los folículos capilares hidratados.