Cuando Lady Di ingresó a la familia real británica notó que su vida cambió en 180°. De un día para otro Diana Spencer comenzó a lucir prendas de diseñador, joyas de las tiendas más exclusivas del Reino Unido (y ni hablar de las joyas de la familia real), pero además comenzó a contar con un equipo de profesionales que estaban allí para ella las 24 horas del día.
Una de esas personas fue Sam McKnight, el estilista personal de Lady Di. Sam es incluso el responsable del icónico corte de cabello pixie que la princesa de Gales impuso en los años 80 y 90. Sam sabe todos los secretos de la princesa (los cuales asegura que se los llevará a la tumba con él) y nunca ha visto un solo capítulo de 'The Crown'.
Sam es incluso colaborador de la edición británica de Vogue y fundador de la línea de cuidados capilares 'Hair by Sam McKnight'. Sam trabajó 7 años con Lady Di, hasta la prematura muerte de la misma en 1997. "No llevaba un gran séquito, pero en los siete años que pasé con ella, la acompañé al extranjero varias veces incluidas visitas a la Madre Teresa en la India y a campos de refugiados en la frontera afgana, y aquello fue desgarrador. Nunca había vivido algo así", aseguró el estilista.
Sam conoció a Lady Di en 1990 durante un reportaje con la revista Vogue donde también estaban la editora de moda Anna Harvey y el fotógrafo Patrick Demarchelier. Allí el estilista le realizó un "falso pelo corto" a la princesa de Gales y Diana quedó encantada con su trabajo. McKnight asegura que la princesa usaba el pelo corto porque ella tenía muchos compromisos todo el tiempo, y le resultaba difícil peinarse y estar impecable siempre.
Sam McKnight también fue el responsable de suavizar el color de cabello de Lady Di. El cambió le ayudó a sentirse más moderna, elegante y preparada para enfrentarse al mundo. Además el estilista asegura que la princesa de Gales comenzó a experimentar mucho con su look cuando se divorció de Carlos.