CORONA BRITÁNICA

Esta es la fruta que la Reina Isabel no podía dejar de comer

La Reina desesperaba por una fruta en particular y en esta nota te contaremos cuál es.

Esta es la fruta que la Reina Isabel no podía dejar de comer. Fuente: Instagram @_isabel_ii_
Reina Isabel II, fruta, fresa.Esta es la fruta que la Reina Isabel no podía dejar de comer. Fuente: Instagram @_isabel_ii_
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La Reina Isabel II de Inglaterra siempre ha sido conocida por su amor por los jardines y por sus aficiones a la agricultura. Sin embargo, pocos saben que una de sus frutas favoritas eran las fresas. Según informes de personal que trabajó para la Familia Real Británica, la reina era conocida por compartir las fresas recolectadas con sus invitados y el personal de la residencia.

Además de ser una fruta deliciosa y versátil, las fresas tienen numerosos beneficios para la salud. Contienen altos niveles de vitamina C y antioxidantes, lo que puede ayudar a proteger al cuerpo contra el daño celular y el envejecimiento prematuro. También se ha demostrado que las fresas pueden tener propiedades antiinflamatorias y pueden ser beneficiosas para la salud del corazón. Quizá uno de los motivos que mantenía a la Reina Isabel II tan saludable.

El chef Mc Grady tuvo el honor de trabajar para la Reina Isabel II durante 11 años. Durante su tiempo al servicio de la Reina, se encargó de preparar todas las comidas de Su Majestad y de asegurarse de que todo estuviera a la altura de sus altos estándares culinarios, algo que ella siempre exigía.

Reina Isabel II. Fuente: Instagram @theroyalfamily

Según el chef Mc Grady, una de las frutas favoritas de la Reina eran las fresas, especialmente cuando se servían con mousse de chocolate o helado de chocolate. Isabel II aparentemente disfrutaba mucho de este postre y a menudo lo pedía especialmente para su cena.

Fresas. Fuente: Pexels.

El Chef también reveló que la Reina tenía una dieta muy equilibrada y saludable, aunque no rechazaba un buen postre de vez en cuando. Además de las fresas con mousse de chocolate, Isabel II también era aficionada a otros postres dulces, como el pastel de manzana y el pudín de pasas.