Charlène de Mónaco desde hace años viene siendo noticia por todo lo que sucede con ella y a su alrededor. Y es que en el pasado ha sido protagonista de varios descalabros, pero en la actualidad parece haberse convertido en otra persona, en una regente de Mónaco orgullosa y preparada para ocupar ese cargo.
No ha sido nada fácil para Charlène de Mónaco realizar estos cambios. Hace muy poco tiempo, durante 15 meses estuvo alejada de toda aparición público debido a una enfermedad. Recién reapareció el 15 de abril de 2022, aunque todavía se mostraba insegura de cómo debía actuar. Pero en este 2023 ya todo parece haber cambiado.
Y es que Charlène de Mónaco ha comenzado a mostrarse muy sonriente, serena, enamorada. Incuso sus apariciones oficiales se han multiplicado. Incluso sus gestos, actitud y su aspecto han cambiado. Ahora aparece contenta y siempre dispuesta a trabajar por la proyección de Mónaco, un cambio que ha caído muy bien en la realeza.
Para empezar, Charlène de Mónaco decidió cambiar su pelo con un corte pixie y un tono rubio platino que ha mantenido desde que regresó a Mónaco, Además, hay reafirmado su estilo para vestirse, con mucho glamour y elegancia, algo que ya ha pasado a identificar a la esposa del príncipe Alberto de Mónaco.
Tampoco es casual que se muestre muy enamorada teniendo en cuento los rumores que han existido sobre supuestas crisis en su matrimonio. A mediados de 2022, fue público un beso que le dio el príncipe Alberto. Con ello se zanjó todo rumor negativo entre él y Charlène de Mónaco. Pero para sumar, en el aniversario de su boda se mostró muy sonriente en la foto oficial de la pareja.
Incluso, Charlène de Mónaco se ha mostrado con muchas ganas de divertirse y de sorprender a los demás. Un ejemplo fue cuando apareció de sorpresa durante una visita turística al Palacio Grimaldi y decidió ser la guía de un grupo de turistas que se encontraban en el lugar e incluso se sacó fotos con ellos.
Por si fuera poco, Charlène de Mónaco también ha definido un estilo de vida, acudiendo a los desfiles de la Fashion Week de Paris o al de Akris, su diseñador favorito. Allí deslumbró y sintió el apoyo de la gente. Una imagen que se vio muy emotivo, más después de todo lo que había pasado, aunque nada se compara con el reencuentro con sus dos cuñadas: Carolina y Estefanía de Mónaco. Sin dudas, la regente de Mónaco es otra persona, bienvenida sea.