Cuando se conoció el noviazgo del príncipe Harry y Meghan Markle, la familia real británica puso el grito en el cielo. No les gustaba que Markle fuera actriz, que fuera de color, que estuviera divorciada, y mucho menos que no tuviera familiares o un linaje aristocrático, sin embargo la familia real estaba equivocada con este último detalle.
Pocas personas lo saben, pero Meghan Markle tiene "sangre azul" por parte de la familia de su padre, Thomas Markle. Esto se debe a que el padre de la duquesa de Sussex es hijo de Doris May Rita y de Gordon Arnold Markle. Los Markle (que anteriormente se llamaban Merckel) tienen orígenes en el siglo XVIII en la ciudad alsaciana de Lampertsloch, Hanau-Lichtenberg, ahora Francia.
Uno de los ancestros más destacables de la familia de Meghan Markle es la tatara abuela de su padre, Mary Hussey Smith, quien fue descendiente directa de Christopher Hussey, uno de los fundadores de Nantucket, Massachusetts, quien en 1679 se convirtió en Oficial de la Corona comisionada por el Rey Carlos II de Inglaterra.
El padre de Meghan Markle también desciende de Sir Philip Wentworth y Mary Clifford. Mary fue la hija de John Clifford, el 7° barón Clifford, quien fue primo del Rey Henry V de Inglaterra. A su vez, la esposa de John Clifford fue Lady Elizabeth Perey, descendiente del Rey Eduardo III de Inglaterra, quien fue conocido como Eduardo de Windsor.
Sin embargo esto no termina aquí, ya que en base a todos estos ancestros se puede determinar que Meghan Markle y el príncipe Harry son primos en 17° grado gracias a que la ex actriz es descendiente directa del Rey Eduardo III. Meghan Markle es la 24° generación descendiente de Eduardo de Windsor, quien incluso fue decapitado por el Rey Henry VIII, un ancestro directo del príncipe Harry.