La relación de Lady Di con la familia real del Reino Unido nunca fue fácil. Ella nunca fue totalmente aceptada por algunos de sus integrantes y varios de estos no tenían ningún tipo de problema en hacérselo saber. Y es que su forma de actuar era totalmente diferente a la de ellos, por algo era llamada la princesa del pueblo y es que este era su refugio ante tanto rechazo.
En 1994, Lady Di ya se había separado del entonces Príncipe Carlos, actual Rey Carlos III, y de la Familia Real, pero todavía no se encontraba divorciada. En esa situación ella decidió pasar unos días en un lujoso hotel de 5 estrellas llamado Mijas, en la Costa del Sol. Pero había algo que ella no sabía.
En el mismo hotel de Lady Di también se habían alojado algunos paparazzi. Esto ya se había vuelvo algo usual, adonde ella iba, también iban estos y así sería hasta el fatal accidente que acabó con su vida, lo que ocurriría unos años más tarde. La cuestión es que ella no sabía que estaban alojados allí y se permitió algunas licencias.
Y es que es un momento, agobiada por el calor y tentada de broncearse, Lady Di decidió sacarse la parte superior del bikini que tenía puesto. Rápidamente los paparazzi aprovecharon a fotografiarla. Sabían que esas imágenes podían valer mucho dinero y, por lo que se dice, no se equivocaron para nada, ya que se cuenta que esas fotos fueron compradas en un millón de dólares.
A pesar de estar separada del príncipe Carlos, las fotos de Lady Di hicieron enfurecer a la Familia Real británica. Ella aún seguía unida legalmente a ellos. Además, en la separación, el pueblo se había volcado a su favor y en contra del Príncipe. Lo curioso es que esas famosas fotos nunca vieron la luz. Así como existe el rumor de cuánto se pagó, también se asegura que el jefe de redacción del medio español que las compró se encargó de destruirlas.