El rey Carlos III ha tomado una decisión importante sobre una de sus propiedades históricas: la finca Llwynywermod, ubicada en el suroeste de Gales. Se trata de una lujosa casa de campo que el monarca adquirió en 2007 a través del ducado de Cornwall, que ostentó como heredero a la Corona durante más de 70 años. Desde entonces, la finca ha sido su residencia habitual durante sus visitas a Gales, donde ha desarrollado numerosos actos oficiales y privados junto a la reina Camilla.
Sin embargo, tras su coronación, el rey Carlos III ha renunciado a esta propiedad, que ha pasado a manos de su hijo y heredero, el príncipe Guillermo. El motivo es que el monarca quiere reducir los gastos derivados de sus numerosas residencias, y considera que es improbable que pueda visitar Gales con la misma frecuencia que antes. Además, quiere comenzar un proceso de modernización y transparencia de la casa real, que incluye una mayor apertura al público de algunas de sus instalaciones.
¿Cómo es la finca Llwynywermod a la que ha renunciado el rey Carlos III?
Se trata de una casa del siglo XVIII que fue restaurada y ampliada por el arquitecto Craig Hamilton con un estilo tradicional galés. La casa tiene tres dormitorios, dos baños, una cocina, un comedor y un salón con chimenea. Está decorada con muebles antiguos y obras de arte, y cuenta con todas las comodidades modernas. La casa está rodeada por un jardín ecológico diseñado por el propio rey Carlos III, que incluye rosas, jazmines, madreselvas y otras plantas autóctonas.
La finca Llwynywermod tiene una superficie de 192 acres (unos 77 hectáreas) y está situada en un entorno natural privilegiado, cerca del parque nacional Brecon Beacons. La propiedad incluye también dos graneros convertidos en casas de huéspedes, una capilla y una granja orgánica. La finca se alquila ocasionalmente a turistas o grupos cuando el rey Carlos III no la usa, y tiene un precio de entre 900 y 1.800 euros por semana.
La renuncia del rey Carlos III a esta propiedad supone un gesto simbólico de su voluntad de adaptarse a los nuevos tiempos y de acercarse más al pueblo. Sin embargo, no significa que el monarca vaya a abandonar su vínculo con Gales, un país al que siente un gran cariño y respeto. De hecho, el rey Carlos III fue investido como príncipe de Gales en 1969 en el castillo de Caernarfon, en una ceremonia histórica que fue retransmitida por televisión. Desde entonces, el rey ha apoyado numerosas causas sociales, culturales y ambientales en Gales, y ha aprendido a hablar galés con fluidez.
Estas son algunas de las características de la finca Llwynywermod a la que acaba de renunciar el rey Carlos III para reducir gastos. Se trata de una propiedad con mucha historia y encanto, que refleja el amor del monarca por Gales y por la naturaleza. Una propiedad que ahora pasa a manos del príncipe Guillermo, quien tendrá la oportunidad de disfrutarla y cuidarla como lo hizo su padre.