Las costumbres y tradiciones del mundo árabe no se ajustan mucho a las de occidente por lo que mudarse a este tipo de países requiere de paciencia y de una modificación radical en los usos y costumbres que tenemos. Este es el caso de la exuberante Georgina Rodríguez, pareja de Cristiano Ronaldo quien recientemente se ha tenido que mudar a Arabia Saudí por el contrato millonario que consiguió el jugador con el Al-Nassr de ese país.
La pareja y sus hijos tienen que adaptarse a normas más estrictas y diferentes a las que están acostumbrados, sobre todo Georgina Rodríguez que cuenta con una manera muy particular de vestirse en la que los escotes y la ropa ajustada es algo diario. Por supuesto que en el mundo árabe esto es inconcebible rozando el punto de lo ilegal, por lo que si realmente quieren vivir en ese lujo, ella tendrá que privarse de ciertas restricciones que sufren las mujeres en un país musulmán.
Aunque Georgina no tendrá la obligación de llevar en público la abaya (el nombre que recibe la túnica larga de color oscuro que cubre hasta los pies), sí deberá vestir “con modestia y decoro”. Esto implica que tendrá que evitar las prendas ajustadas, las transparencias o los pronunciados escotes que, hasta ahora, solía lucir la pareja de Cristiano Ronaldo.
Teniendo en cuenta esta serie de normas que impone la sociedad saudí, la vida de la pareja (y su forma de vestir) podría verse afectada. Sin embargo, ante la vista gorda del país para permitir que Cristiano y Georgina puedan convivir bajo el mismo techo sin estar casados, algo que está prohibido en Arabia Saudí.
Habrá que esperar para ver si la influencer y el futbolista también cuentan con ciertos privilegios ante el resto de limitaciones. Todo indica que podrán realizar una vida común y corriente al modo occidental teniendo en cuenta de que se trata de la mujer de Cristiano Ronaldo.